COLOMBIA: EL MÁXIMO TRIBUNAL SUSPENDE LAS BASES NORTEAMERICANAS
La decisión judicial obliga al gobierno a girar el trámite al Parlamento
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Dando un importante giro político, la máxima instancia judicial colombiana ha fallado en contra del acuerdo firmado por el ex presidente Álvaro Uribe en octubre del año pasado, por el cual ponía a disposición del ejército norteamericano siete bases militares.
El anuncio de los términos del acuerdo generó en su momento un malestar general en los gobiernos latinoamericanos, y la presidenta argentina, Cristina Fernández, hubo de impulsar una Cumbre regional en Bariloche para descomprimir la tensión.
Sin embargo, la Corte Constitucional, el más alto órgano jurisdiccional colombiano, decidió en la víspera dejar sin vigencia el acuerdo, fundamentando su fallo en cuestiones de procedimiento, ya que Uribe procedió por propia iniciativa del Poder Ejecutivo en un tema cuya competencia corresponde al Poder Legislativo.
Así, el Tribunal indica que el acuerdo de cooperación militar con los EE.UU. queda en suspenso hasta tanto sea aprobado por el Congreso de Colombia.
Según los jueces, el acuerdo involucra compromisos críticos, tales como la autorización para “acceder y utilizar instalaciones militares por personal militar y civil extranjero, libre circulación de buques, naves, aeronaves y vehículos tácticos extranjeros por el territorio nacional, sin posibilidad de inspección o control por las autoridades nacionales”, y el Ejecutivo no puede disponer de estos extremos sin acuerdo del Congreso.
Inclusive si el presidente Juan Manuel Santos decidiera seguir las indicaciones del tribunal y enviar el acuerdo para que tenga tratamiento parlamentario, en caso de ser aprobado debería volver a la Corte para que ésta evalúe nuevamente los controles constitucionales.
Pero lo que está ahora en duda es si Santos efectivamente enviará el tratado en los mismos términos que los negoció Uribe, o aprovechará la decisión judicial para reformularlo y abrir nuevamente un espacio de discusión sobre el alcance de la cooperación militar.
Esta última alternativa contribuiría sustantivamente a mejorar las relaciones con los demás gobiernos latinoamericanos, una vía que Santos ha anunciado que pretende seguir, y que ha dado pruebas de su decisión al reunirse, apenas unas horas después de asumir, con el presidente venezolano Hugo Chávez en la estancia de Santa Marta.
De momento, desde el Palacio Nariño el gobierno declaró que “acata” el fallo judicial, y que “estudiará detalladamente” la decisión, con lo que se entiende que no habrá decisiones en breve y que Santos se tomará su tiempo para decidir el curso de acción.
En todo caso, y como lo dejó claro el nuevo ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, la cooperación militar entre Colombia y los Estados Unidos es de larga data y se basa en múltiples acuerdos, firmados por los diferentes gobiernos desde 1952 y ratificados por el “Plan Colombia” de 1999, por lo que, en la práctica, la decisión de los jueves cambian muy poco el fondo de las relaciones militares entre ambos.
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nelson.specchia@gmail.com
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